El Pontífice aprobó un milagro atribuido al sacerdote fallecido en 1998.
El Papa Francisco firmó el decreto donde se aprueba el milagro atribuido al cardenal argentino Eduardo Francisco Pironio, fallecido en Roma en 1998, y lo que significa que será proclamado beato.
El #PapaFrancisco reconoció el milagro ocurrido por intercesión del cardenal argentino #Pironio quien como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, realizó las Jornadas Mundiales de la Juventud nacidas de la intuición profética de #JuanPabloII. https://t.co/6w4TnzkoaB
— Vatican News (@vaticannews_es) November 8, 2023
El cardenal nació el 3 de diciembre de 1920 en la localidad de 9 de Julio y murió el 5 de febrero de 1998 en Roma. Sus restos volvieron a la Argentina y fueron trasladados a Lujan.
El milagro atribuido al cardenal fue la presunta curación de un bebé de 15 meses que se encontraba en coma y mejoró después de que sus padres rezaron ante una estampita del purpurado argentino, obsequiada por el padre Silvano de Sarro, de la parroquia San Antonio de Padua.
Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, como este caso, y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado “por intercesión” después de ser proclamado beato.
Ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943 fue profesor, luego rector del seminario de Buenos Aires y posteriormente se convirtió en decano de la facultad de teología de la Universidad Católica Argentina. Primero fue nombrado obispo auxiliar de la archidiócesis de La Plata y, más tarde, obispo de Mar del Plata. También fue secretario y luego presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM).
En 1975 fue llamado a Roma por Pablo VI como prefecto de la Congregación para los Religiosos y, más tarde, nombrado Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos por Juan Pablo II.